martes, 25 de septiembre de 2012

Escaparates para una tienda de música

Este trabajo de escaparatismo lo realicé para la asignatura de Proyectos. A cada alumno se nos asignó un tipo de comercio, el mío en concreto fue una tienda de música. La fachada, perteneciente a un local real de una famosa boutique de Algeciras, posee dos escaparates, uno a cada lado de la entrada.

En el de la izquierda era obligatorio diseñar una instalación artística, haciendo referencia al tipo de negocio a que se dedicaba, y el de la derecha era libre.




El nombre del establecimiento que ideé, "ON-OFF", hace alusión al encendido y apagado de un equipo, lo diseñé en neón parpadeante de estética vintage en color azul eléctrico. 

La idea era la siguiente: "La música que nos hace VIBRAR, da energía y vida, pudiendo hacernos transitar entre diferentes estados de ánimo". Por tanto, la metáfora obtenida y con la que trabajé era LA VIBRACIÓN.


Pero ¿qué es la vibración?. Según la ciencia es la propagación de ondas elásticas produciendo deformaciones y tensiones sobre un medio continuo, o posición de equilibrio, afectando a materiales sólidos, líquidos y gaseosos. Así mismo, es la causa de generación de todo tipo de ondas.

Con esta instalación artística audiovisual, pretendo conseguir que el transeúnte que oiga la música ambiental del local desde el exterior, si se siente identificado, es más que probable que dirija su mirada hacia el escaparate, el cual hará que, además, pueda verla.






Esto se consigue con tres osciloscopios sobre el fondo del escaparate y pequeños granos de piedra en una superficie de tejido tensado, a la que se le ha aplicado unos altavoces bajo ella. Al emitir sonidos provocará el rebote de los granos como si de salpicaduras se trataran, por efecto de la vibración.

Todo esto enmarcado en una estética de local de ensayo, empanelado con cartones de huevos, con los que normalmente los incipientes grupos de música recubren las paredes, como un medio económico de insonorización. La única iluminación será cenital, mediante cuatro focos direccionables.




En el segundo escaparate pretendí utilizar el nombre comercial de la tienda para crear una composición de luces y formas, siendo éstas de diferentes acabados en metal y variantes en la gama del azul.

Un par de focos dirigidos hacia las letras, uno en cada rincón, serán las luminarias.


La MÚSICA permanecerá siempre ligada al hombre pues, según dijo Aristóteles: "NADA HAY EN NUESTRO INTELECTO QUE ANTES NO HAYA PASADO POR NUESTROS SENTIDOS", y en este caso, se ha intentado tanto por el oído como por la vista.




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